Todo empezó como un sentimiento, el cual se convirtió en una ilusión. Ésta se volvió un silencioso pensamiento, y luego se transformó en una tranquila palabra. Y entonces esa palabra empezó a crecer más y más fuerte hasta que se convirtió en un grito de guerra.
Volveré cuando me llames. No hay motivo para despedirse.
Solo porque todo está cambiando no quiere decir que no volverá a ser como antes. Todo lo que debes hacer es intentar saber quiénes son tus amigos mientras caminas hacia la batalla. Encuentra una estrella en el oscuro firmamento y sigue su luz.
Volverás cuando todo se haya terminado. No hay motivo para despedirse.
Y ahora estamos como al principio, es solo un sentimiento y ahora se sabe. Pero solo porque ellos no lo sientan no significa que debas olvidarlo. Haz que tus recuerdos crezcan más y más fuertes hasta que estén delante de tus ojos.
Vovlerás cuando te llamen. No hay motivo para despedirse.
The Call, Regina Spektor